Alrededor de los años 60 Ferruccio Lamborghini era considerado como uno de los industriales mas prosperos de toda Italia. Luego de la Segunda Guerra Mundial en la que tuvo participación en el mantenimiento del parque de automóviles de su unidad de regimiento decidió comprar justamente estos vehículos que el cuidaba y mantenía con el fin convertirlos a tractores logrando así un éxito inesperado. Con el dinero que había logrado a través de estas ventas, se fue haciendo de varios coches marca Ferrari, que realmente no funcionaron como él quería, problemas mecánicos de todo tipo. Cansado en coches que se rompían facilmente llamó a Enzo Ferrari para quejarse. Lo cual no cayó nada bien a Enzo quien contesto con "Un fabricante de tractores no sabe nada de coches". A modo de "venganza" Ferruccio Lamborghini se dedicó a construír y dar a luz un coche que pueda sentenciar y colocar miedo en los mitológicos Ferrari. Hoy dia deja su marca reconocida mundialmente.