Si hay algo que nadie puede negar es que el deportivo americano por excelencia es el Corvette, este mismo considerado el anti-Ferrari del otro lado del Atlántico. Décadas, si, y es que la estirpe del Corvette ha estado presente en todas y cada una de las etapas americanas del automóvil moderno, desde los añorados “Muscle Cars” y pasando por los grandes Sport hasta la época de los superdeportivos actuales, insaciables de potencias cada vez más elevadas. Por eso el Corvette es el superdeportivo americano por antonomasia, cierto es que han existido y existen los Mustang, Camaro o Charger, pero ninguno de ellos ha guardado su filosofía como deportivo real a lo largo de los años como el Corvette y es por eso que es este modelo el anti-Ferrari del otro lado del Atlántico.