Desde que las primeras unidades del Porsche 356 salieron de la localidad austriaca de Gmünd en 1948, se detectó un "algo especial" que unía a todos sus propietarios. Ya en aquella época, a finales de la década de los cuarenta, era muy frecuente que cuando dos Porsche se cruzaban por la carretera, sus conductores se saludasen con una ráfaga de luz o un toque de claxon. Hoy día, la tecnología alemana de Porsche a proliferado considerablemente, ofreciendo unos modelos espectaculares de grandes prestaciones en el asfalto, permitiendo disfrutar de potencia, seguridad y control. Tres cualidades imprescindibles para hacer un deportivo al limite de la perfección.